Entradas

Última entrada

  El paraíso de cada corazón   El día 22 de marzo tuvimos la fortuna de visitar el Hogar el Paraíso. Nuestra experiencia inició desde antes de llegar a aquel hermoso lugar, cuando estábamos haciendo la preparación previa, y planeando las actividades para hacerlos sentir de la mejor manera posible; fue ahí cuando descubrimos la importancia de ponernos en el lugar del otro, pensando cual sería la mejor manera de conectar con ellos y hacerlos sentir cómodos.   Al principio tuvimos incertidumbre acerca de la reacción que tendrían al ver lo que les teníamos preparado, sin embargo decidimos dar lo mejor, ir con una buena actitud para ellos, y evitar cualquier tipo de predisposición.    Cuando llegamos al hogar teníamos varias emociones encontradas, felicidad, emoción y nostalgia al saber que podríamos hacer de esa tarde un momento especial e inolvidable para ellos.    En el transcurso de la tarde estas emociones se fueron intensificando al ver que todo salía mejor de lo que esperábamos, pues

UN SOLO CAMINO

Imagen
  Pienso que la vida me ha dado todo, y también me lo ha quitado todo. Me ha enseñado y me ha hecho olvidar. La vida me ha mostrado como la  luna ilumina el camino, el sol llena de energía y después como un ascensor la vida misma te la puerta, se te ríe en la cara y te deja vuelto mierda en el piso, haciéndote saber lo poca cosa que eres, lo inútil que fuiste y que sigues siendo, lo débil que se vuelve tu cuerpo cuando le quitan algo que considerabas valioso, pero que en realidad nunca lo tomaste así porque no lo valoraste, sólo lo tuviste entre las manos y dejaste que se acercara a ti para luego tener que enterrar lo único visible que quedaba, como si la tierra ocultara todo el pasado y los afanes que quedan por no actuar, o sencillamente por no abrir los ojos y vivir.

MARCHAR

Imagen
  Entre más comprendo la realidad con este bicho, más me preocupo por los que más amo, supongo que es normal con tan trágico panorama, pero lo que más me afecta es la incertidumbre de no saber si mis seres queridos estarán bien por lo que resta de la pandemia o al menos hasta la vacuna. Ahora he vuelto a marchar de mi hogar, a seguir mis sueños en medio del caos de esta sociedad, entre mala cultura y mal gobierno. Ahora estando lejos de casa siento un agujero negro en el pecho. En mi nueva cueva solo hay silencio y extraño el ruido característico de mis días en el pueblo, los ladridos de mi perro, los regaños de mi madre, las risas de mis hermanos y los chistes malos de mi padre. Ahora sentado en este escritorio entre mis pensamientos valoro tanto el tiempo en familia, aun más que muchas otras partidas y tal vez porque también me estoy haciendo viejo.   -H David Fajardo Muñoz.

Vivir con hiperlaxitud

Imagen
  Allí, tirada en el suelo con el único pensamiento de la muerte, de un dolor inexplicable y una sensación de impotencia y debilidad. Me encontré con palabras que lo único que me aportaban era la desvalorización de mis sentires. Claro, ahora lo entiendo, no era el fin del mundo, no me iba a morir aunque así lo sintiera, pero ¿quieres saber cómo se siente desde este lado de la moneda? Te lo pongo fácil, una chica de no más de 12 años, cuando comenzaba a descubrir su identidad se ve inmersa en una luxación completa de patela derecha, el mismo día en que su mamá estaba en trabajo de parto de su hermana, suena un poco dramático pero a decir verdad ha sido una de las cosas más difíciles que me ha tocado enfrentar. Aquí no acaba la historia, durante 9 años después del suceso, tuve que luchar con la idea de no poder tomar mis propias decisiones y hacerle caso a médicos que con sus miradas le decían a una niña que no podría correr, escalar, jugar, ni manejar un carro mecánico algún día, ya que

Elvia Maria Garcia Cardona

Imagen
Elvia Maria García Cardona Es imposible ser indiferentes ante la cara de expectativa que se le genera al otro cuando ve llegar a alguien que no conoce, a quien espera sea su alivio, su respiro y su aliento en un momento de dificultad. Estábamos allí, en aquel lugar que lleva el pasado en su fachada, sin más esperar y con el arraigo definitivo de entrar en la habitación, en una de tantas que dibuja alegrías, historias bonitas, pero también desdicha e infelicidad, la encontramos a ella, expectante y dispuesta a tener un segundo de felicidad, un minuto de armonía, para vencer una vida de monotonía en las cuatro paredes de su habitación. Elvia, de presencia cálida y un brillar de ojos tristes que acompañan su tibia sonrisa, de voz sincera y nostálgica en cada una de las palabras que hace parte de sus historias, como la de su vida que conserva con extrañeza en su memoria, de cómo poco a poco la guerra y le enfermedad la separaron de su hogar, nos mira como si fuéramos nuevos vecinos o